jueves, 10 de noviembre de 2011

UNA GRAN EMOCIÓN: La Madre de la Patria es una Mujer Negra.



Mañana sucederá un evento muy importante que pasará desapercibido para muchos. A María Remedios del Valle.

Para poder enterarte de qué se trata, leé estos textos de abajo:

"En 1827 habíamos dejado de tener aspiración de independencia. De independencia continental, como la que San Martín y Bolívar tuvieron, como la tenía la gente común, como el Capitán Atanasio Duarte que recordaba haber exclamado “Viva nuestra gloriosa América del Sur” cuando se enteró de los sucesos de mayo del 10, como la tuvieron en cuenta quienes, bajo la influencia de Artigas, redactaron las constituciones de Entre-Rio

s, Santa Fe y Corrientes, poniendo en igualdad de ciudadanos a “cuantos hubiesen nacido en los ex-dominios españoles”; como la que se había impuesto cuando en 1816 se declaró la independencia de Las Provincias Unidas NO “del Río de la Plata” sino, con vocación de integración, en Tucumán se independizaban LAS PROVINCIAS UNIDAS DE SURAMÉRICA.

Y esto involucraba a TODOS, por eso el acta de la independencia se redactó en castellano, quechua, aymara y guaraní.

Pero en 1827 gobernaba Rivadavia y su visión se reducía a Buenos Aires, su embellecimiento y los negocios que la especulación de la bolsa de Londres inflaba fabulando con nuestras tierras feraces y nuestras minas donde el oro se barría con la escoba. Buenos Aires se fascinaba con esos proyectos rosados de prestigio y riqueza, soñando con un futuro euro
peo. Pero no todo Buenos Aires.

Ambulaba una negra pidiendo limosna en las iglesias. Una negra ya vieja, con cicatrices visibles y que desvariaba un poco. Se hacía llamar “La Capitana” y decía que sus heridas, de balas, de lanzas y hasta de azotes las había recibido “cuando de verdad se peleaba por la Patria”.

Una tarde, el General Viamonte, héroe de la independencia, que había peleado junto a Belgrano en la campaña del alto Perú se la encuentra; se dice en los arcos de la vieja recova. Pese a ser ya vieja, más vieja por sufrimientos que por edad, Viamonte creyó r
econocerla y le pregunta su nombre.
“María Remedios del Valle” le responde la andrajosa negra.

¡PERO SI ES LA MADRE DE LA PATRIA!, exclama asombrado.
Aquella “Loca”, para los que comían todos los días y dormían en una casa, aquella negra andrajosa a la que con unas pequeñas monedas se la podía borrar y continuar por el camino blanco de la virtud ciudadana tenía méritos suficientes para ser llamada “La Madre de la Patria” y compartir unas décadas después la paternidad de José de San Martín, al que con más suerte se lo llamó “El padre”.
Se sabe que en 1807 actuó en la defensa de Buenos Aires contra los invasores ingleses como auxiliar en el cuerpo de Andaluces.

Luego se incorporó, junto a su familia, esposo y dos hijos que allí quedaron para siempre, al ejército que el mando de Belgrano fue al A

lto Perú.

Allí sufrió derrotas, tuvo una heroica actuación en Ayohuma, donde combatió fusil en mano y fue herida, cayó prisionera; estuvo en el éxodo jujeño y cuando el ejército de Belgrano esperó al enemigo en Tucumán, pidió estar en primera línea para atender a los heridos. Belgrano no se lo permitió pero ella se filtró y estuvo donde quiso. Desde ese momento los soldados comenzaron a llamarla “La Madre de la Patria” y Belgrano la nombró Capitana.

Viamonte pidió que se le reconocieran los servicios, cosa que finalmente se hizo pero nunca recibió los auxilios económicos que tan notoriamente ne

cesitara.
Se sabe que Rosas la vuelve a incorporar al ejército y su muerte se pierde en el anonimato de la pobreza.
Olvidada por la historia oficial, tal vez por su doble calidad de mujer y negra, por estos días, cuando se habla de tantas mujeres heroicas en todo el mundo, bien vale rescatar del ostracismo a esta mujer a quien los soldados de Belgrano bautizaran como “La Madre de la Patria”."

Copiamos un texto da la carta que Manuel Rico escribiera sobre ella en un pedido de auxilio a la Madre de la Patria:


"Doña María Remedios del Valle, capitana del Ejército, a V. S. debidamente expone:
Que desde el primer grito de la Revolución tiene el honor de haber sostenido la justa causa de la Independencia, de una de aquellas maneras que suelen servir de admiración a la Historia de los Pueblos.
Si Señor Inspector, aunque aparezca envanecida presuntuosamente la que representa, ella no exagera a la Patria sus servicios, sino a que se refiere con su acostumbrado natural carácter lo que ha padecido por contribuir al logro de la independencia de su patrio suelo que felizmente disfruta.
Si los primeros opresores del suelo americano aún miran con un terror respetuoso los nombres de Caupolicán y Galvarino, los disputadores de nuestros derechos por someternos al estrecho círculo de esclavitud en que nos sumergieron sus padres, quizá recordarán el nombre de la Capitana patriota María de los Remedios para admirar su firmeza de alma, su amor patrio y su obstinación en la salvación y libertad americana; aquellos al hacerlo aún se irritarán de mi constancia y me aplicarían nuevos suplicios, pero no inventarían el del olvido para hacerme expirar de hambre como lo ha hecho conmigo el Pueblo por quien tanto he padecido.
Y ¿con quién lo hace?; con quien por alimentar a los jefes, oficiales y tropa que se hallaban prisioneros por los realistas, por conservarlos, aliviarlos y aún proporcionarles la fuga a muchos, fue sentenciada por los caudillos enemigos Pezuela, Ramírez y Tacón, a ser azotada públicamente por nueve días; con quien, por conducir correspondencia e influir a tomar las armas contra los opresores americanos, y batídose con ellos, ha estado siete veces en capilla; con quien por su arrojo, denuedo y resolución con las armas en la mano, y sin ellas, ha recibido seis heridas de bala, todas graves; con quien ha perdido en campaña, disputando la salvación de su Patria, su hijo propio, otro adoptivo y su esposo!!!; con quien mientras fue útil logró verse enrolada en el Estado Mayor del Ejército Auxiliar del Perú como capitana, con sueldo, según se daba a los demás asistentes y demás consideraciones debida a su empleo.
Ya no es útil y ha quedado abandonada sin subsistencia, sin salud, sin amparo y mendigando. La que representa ha hecho toda la campaña del Alto Perú; ella tiene un derecho a la gratitud argentina, y es ahora que lo reclama por su infelicidad."


Mañana, a las 12.00, en el ministerio de Educación, nuestros ministros de Justicia y Educación, harán un homenaje a su persona y, en ella, a la comunidad afrodescendiente de Argentina.
Fundación SES se adhiere entusiastamente a este homenaje y renueva si compromiso por reafirmar nuestras raíces y nuestra identidad como pueblo y como Nación.


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