domingo, 30 de enero de 2011

Nota en el Diario La Capital de Mar del Plata

Desafíos de la educación argentina, según el especialista Alberto Croce

La escuela secundaria, la cobertura en el nivel inicial y la formación docente son los principales "nudos" a mejorar, según el educador. Y apunta que una escuela más atractiva no implica que sea "más tonta".

Las propuestas de innovación en la escuela secundaria, la educación inicial inclusiva y con cobertura y la formación docente son "los nudos críticos de la educación en argentina", según el educador Alberto César Croce, titular de la entidad Sustentabilidad, Educación y Solidaridad (SES), que aborda este gran tema desde lo social.

Croce, quien estuvo en Mar del Plata observando el desarrollo de varios programas en los que trabaja con organizaciones sociales de la ciudad, habló con LA CAPITAL sobre esta cuestión.

"Estamos en un momento excepcional porque podemos mirar el futuro pensando cosas para mejor. Las podemos hacer bien o mal, pero las podemos pensar", señaló Alberto Croce tras enumerar los tres ejes sobre los que considera que el país tiene que trabajar para mejorar la calidad educativa.

- ¿Por qué esos tres temas son tan importantes?
- La escuela secundaria a los chicos no les resulta suficientemente atractiva y no les enseña lo que quieren o necesitan aprender. Es necesario un cambio importante y ahí uno de los temas clave es la vinculación entre la educación y el trabajo. Ahí hay tensiones e importantes perspectivas para pensar.
En educación inicial, el problema es que faltan jardines para dar cobertura. Y en formación docente pasa que el docente pierde autoridad ante los alumnos cuando no se puede plantar como alguien que no puede saberlo todo. No hay nadie que sepa todo. El docente tiene que ser de este tiempo, como los padres. Después vienen el tema de la inclusión y de la educación universitaria y terciaria.

- ¿Considera que el debate está dando buenos frutos?
- En este momento podemos imaginarnos, pensar un país que atiende algunos de los temas que son los más críticos y cuando uno va mejorando socialmente, uno de los fenómenos es que se expanden los derechos y en la Argentina de los últimos 30, 20 años, se han ido expandiendo. Y eso está pasando en educación. A nosotros nos toca ver cómo expandimos los derechos a la educación.

- ¿Y tiene propuestas concretas?
- Nosotros, por ejemplo, estamos trabajando desde el punto de vista del presupuesto educativo. ¿Qué significa esta lógica del derecho a la educación? porque el presupuesto es cuánto dinero se dispone para los chicos que están en la escuela. Pero ¿y el derecho del presupuesto de los que están fuera de la escuela? en la lógica de la asignación lo que nos planteamos es por qué un chico que está fuera de la escuela no recibe el mismo dinero que los chicos que están dentro de la escuela. Hoy en Argentina un alumno debe estar recibiendo, en promedio, por lo menos 2,000 dólares por año por educación en presupuesto -sin contemplar el costo de la administración del sistema, del ministerio, etc.-, pero esos 400 mil chicos que están fuera de la escuela no lo reciben. Si no pueden estar en el sistema esos chicos, el Estado debería garantizar que puedan recibir esos recursos. Si el Estado no puede ocuparse de estos chicos, quienes se están ocupando (organizaciones sociales) deberían poder recibir esos recursos para que esos chicos tengan otro tipo de acompañamiento.

- Esa visión le da un impacto muy fuerte a la educación no formal.
- En los últimos años hay una conciencia de que el trabajo fuerte tiene que ser por fortalecer la educación formal, aunque en muchísimos casos hay que trabajar con organizaciones de educación no formal porque la misma realidad de los chicos hace que el sistema educativo no pueda responder a todas las necesidades.

- Lo no formal debería ser sólo de coyuntura...
- Sí, pero la verdad es que va durando mucho tiempo. Cuando la fundación SES empezó hace hace 11 años calculábamos que había un millón de adolescentes fuera de la escuela. En este momento el número debe haber bajado a 400.000. Ha habido una mejora importante pero igual es un número gigantesco.

- Hubo mejoras pero no son suficientes.
- Lo que pasa es que lo que se logró solucionar era lo más fácil. No se hacía nada, entonces apenas se empezó a hacer algo mejoró. Ahora lo que queda sin solucionar es lo más complejo y, en ese sentido, lo más preocupante también. Por ejemplo que lo que se recibe sea una buena educación, porque no sirve que los chicos estén en la escuela y no aprendan.

- ¿Y qué cree que debe ser hoy aprender?
- Aprender hoy es, sobre todo, equiparse de herramientas que permitan pensar, resolver problemas, ser creativos, trabajar con otros. Y en esta línea la fundación trata de impulsar, estar atenta a las nuevas necesidades. Por ejemplo vamos a tener a fines de 2011 casi el 80% de los adolescentes que van a la secundaria -que no son todos- conectados a internet. Eso implica un cambio muy importante y difícil de medir e imaginar, chicos que van a tener posibilidad de acceso a un montón de cosas que antes no tenían. A nivel de libros de texto, internet permite tener acceso a información que antes era por fotocopia. Eso ahora va a estar en otra dimensión. Y manejar la computadora es lo más fácil. Estudiar con la computadora es el tema. Tenemos el problema que los adultos no aprendimos a estudiar con la computadora. Es un desafío muy interesante, porque tenemos que lograr que los jóvenes aprendan a hacer algo que los adultos no sabemos hacer muy bien, porque ¿cómo se hace un cuadro sinóptico con la computadora, cómo se seleccionan los textos, dónde se busca?

- ¿Qué opinión tiene de los cambios que se están implementando en la secundaria?
- Me parece que todavía es muy inicial, está puesto en cosas demasiado formales. Hay que ser un poco más valientes en los cambios, hacerlos más grandes. El formato todavía es muy rígido, hay que hacer formatos más adaptados a la realidad de los jóvenes.
Para algunos adaptar la escuela es hacerla más fácil, perder calidad educativa, bajarle el nivel. Hacerla más atractiva es hacerla más tonta. Eso es porque no entienden la estética juvenil y es un prejuicio. La dificultad por la dificultad misma no tiene sentido y, además, se trata de hacer una escuela más atractiva, que los chicos quieran ir, es una ventaja, no un problema, porque cuando los chicos se entusiasman estudian mucho más.

La escuela ideal
El educador popular Alberto Croce definió cómo sería para él la "escuela ideal".
"Tiene que formar buenas personas. De ahí para arriba todo, de ahí para abajo nada. No me interesa que la escuela forme grandes técnicos si no son buenas personas".
¿Y cómo define una buena persona? "Es alguien con dificultades de hacer mal a los otros, a su país, a la naturaleza, que en general está haciendo bien a los que hay alrededor. Para eso hay que tener formación en valores, solidaria y técnica importante porque no alcanza con las buenas intenciones, el bien hay que hacerlo bien y no es tan fácil.
Además se imagina a la escuela "dotada con la serie de elementos básicos para trabajar medianamente bien, con clases que no tengan más de 25, 30 chicos, con docentes que además de bien pagos sean suficientes para poder acompañar los procesos que son colaterales a la educación, asistentes, psicopedagogos. Escuela con capacidad de integrar a los chicos con capacidades especiales básicas para que puedan estar dentro, que tenga una relación fuerte con su entorno y su comunidad, que no tenga que estar vallada y tapada de rejas y candados, sino una relación razonable con su entorno, con las organizaciones de su barrio, integrada a la problemáticas de su barrio", enumeró.
En el caso de las secundarias pidió que "ayuden a pensar cuál es la lógica de desarrollo de la comunidad en la que están, que no estén aisladas -esto las técnicas lo tienen mucho más desarrollado que las otras en cambio un bachillerato forma igual en cualquier parte del país-.
Tienen que tener un perfil mucho más relacionado con el entorno con los proyectos de desarrollo de la comunidad escuelas que también tengan una mirada mirando lo local y lo regional, porque es bastante ridículo que los chicos conozcan la historia de los romanos y no conozcan la historia de su barrio, sus pueblos y los pueblos que vivieron por aquí. Que el tema de los pueblos originarios no se resuma a un párrafo, es una vergüenza a esta altura".

Croce entendió que lograr esta escuela ideal no es imposible, pero "tenemos que tomar el tema como una gran epopeya nacional".
"Creo que ahora tenemos la posibilidad, si no lo hacemos será nuestra responsabilidad", aseguró.

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